Guarda esas fotos en el forro de tu abrigo,
y guarda esa cara de circunstancia:
1983 no era un año triste,
lo sabes tú y lo saben las paredes del Club.
Deja que el tiempo arrastre esas nubes.
Deja tu rabia vagar en esta carne blanca y suelta,
la carne que el cielo te dio.
No trates de explicar el color de las luces.
Escoge una pregunta
cercana a la claridad de las voces más jóvenes,
y guarda esa cara de circunstancia.
Lo sabes tú y lo saben las paredes del Club:
1983 no era un año triste.
EDEL MORALES
viernes, 5 de octubre de 2007
1983 no era un año triste
Etiquetas:
cielo,
ciudad,
cuba,
CUBA POESÍA,
deseo,
edel,
edel morales,
joven,
luz,
poesia
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario