sábado, 6 de octubre de 2007

Desde el año de la noria

Contaba una vez un rey
que ganó su trono en la sangre
.





Yo, y el que ustedes imaginan fiero,
nos hemos visto antes.

Alguna luz murió sin ser por el cansancio.
Algún ciruelo perdió raíces desde entonces.
Pero no hay día más terco que los años
de la adolescencia firme.

Yo, y el que ustedes imaginan,
preguntamos juntos.
Era el año de la noria con barcos en la costa.
Todos gritando abajo.
Todos gritando arriba.
Todos listos a caer y hacernos piedra,
mientras eso fuese una manera de elevar la confianza.

¡Qué terrible el tiempo para trastocarnos tanto!
¡Qué fulgor de espejos para confundirse uno!

Porque ocurre como en las viejas historias.

Yo, y el que ustedes imaginan,
estamos mirando hacia un cielo distinto.
Y así jamás la estrella brillará para los dos.
Así jamás el grito será igual en los parques públicos.

Somos únicamente peces regados por la crecida.

El otro, y este que ustedes imaginan fiero,
al acecho del momento de saltar.

¡Oh, voz, no calles,
antes de cruzar los miedos!


EDEL MORALES

1 comentario:

Gabriela Bruch dijo...

Edel : muy buen blog, buen material, me gustaron mucho los poemas...Desde Argentina