miércoles, 3 de octubre de 2007

El frío de los años

Dibujaba
un rostro de gato
en la pared
—vacía, nueva, recién pintada.
El rostro de un gato
sin enigmas
y luego su piel
—sin manchas.

Dibujaba
la copia virtual
de una copia
anterior
del rostro posible
de un gato
ya extinguido
—sin vida.
El rostro seco
de un gato cualquiera
—sin esfuerzo,
sin ninguna tajadura.

Igual
escribo en la pantalla vacía
las palabras
gato / rostro / pared
sin que pase nada
—ninguna revelación,
ninguna pregunta.

La vida y el arte
son fríos.

Y nada significan
lo nuevo / el sueño / una piel
o la expresión
en los ojos de un gato
—no vivo, escrito, no vivo,
dibujado al azar,
entre el humo y la niebla,
por el inconsciente.


EDEL MORALES

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